Por Oscar Escobar - Gerente General
Aun cuando estemos convencidos de que no existe ninguna posibilidad que los gobernantes de hoy puedan imponer alegremente sus caprichos , surgen de tanto en tanto proyectos mimetizados como los del Frente Guazú que confunden y pretenden tomar de sospresa a la sociedad.
La democracia no debiera ser tan permisiva como dejar que la misma Constitución se interprete de acuerdo a los tiempos y circunstancias. De nuevo apuntamos lo que señala con claridad el articulo 290. No se utilizará el procedimiento indicado de la enmienda, sino el de la reforma, para aquellas disposiciones que afecten,el modo de elección, la composición, la duración de mandatos a las atribuciones de cualquiera de los poderes del estado.
Esto quiere decir que las firmas entregadas el pasado lunes al presidente del Congreso paraguayo pueden tener validez para corregir ( por que enmendar quiere decir eso) cuestiones inherentes a ciertos capítulos, secciones o articulos de la Carta Magna que no tengan que ver con reelecion presidencial.
Los adherentes al proyecto sin embargo saben bien que ésta sistemática manera de presionar al poder legislativo les dará una pauta de su aceptación o no en dicho seno y a la vez pulsar la reacción ciudadana. El logro obtenido hasta hoy por los impulsores de la reelección es haber instalado un debate especulativo y desgastante, al que si el propio presidente de la República no le da un corte definitivo , podria sumir al país en una discusión sin sentido con tinte de confrontación.
¿Qué tan cerca o tan lejano estamos de la profundización de una crísis política en el Paraguay? ¿Se tienen medidas las consecuencias de una anarquía social con posturas de esta naturaleza? o ¿ Acaso la agenda de la República ya no está siendo manejada a sotto voce o en voz baja por una nueva sociedad que emerge como real alternativa de cambio hastiada de las mentiras? Y ¿Les parece que no estamos subestimando la paciencia y la tolerancia de los jóvenes?
Que quienes obstentan el poder no vean opositores hasta en sus propias sombras y lideren con efectividad los mandatos que tienen asignados.
Los de la vereda de enfrente reconozcan el significado de este tiempo nuevo y ofrezcan planes mejor diseñados que la simple retórica opositora que no permea. No obstante, los paraguayos tenemos que seguir construyendo, sobre nuestras diferencias, la verdadera identidad, reflejada en integridad,patriotismo y valores morales para consolidar el camino ya transitado y alivianar la tarea que aun queda por hacer.
Hasta la próxima.
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