Por Oscar Escobar - Gerente General
La consolidación de nuestra democracia va lenta pero sin pausa en un proceso casi imperceptible. Por otra parte nuestra realidad cotidiana hace que nos aislemos del sistema que nos rige sin darnos cuenta que es nuestro deber interesarnos por lo que hacen o dejan de hacer nuestros gobernantes e involucrarnos en el derrotero de nuestra República. Por supuesto que no toda la sociedad quiere inmiscuirse en la actividad política partidaria, pero indefectiblemente en el futuro cercano se verá afectada por el rumbo y las deciciones gubernamentales.
En efecto, queremos conocer a dónde vamos y que rol nos corresponde como ciudadanos.Tal vez ahora tengamos más oportunidades por que en la práctica , con el advenimiento de la nueva clase política traspasando hoy la mitad de su mandato en el poder, ya estamos en condiciones de examinar con atencion las ventajas e inconvenientes que ofrece en función de gobierno.
Aun debemos transitar caminos sinuosos, pero está a la vista un variado menu de propuestas políticas. Por ejemplo , la alianza patriotica para el cambio , empalidecido hoy por el fuerte internismo liberal junto a una izquierda que sigue allí por conveniencia. Por otro andarivel camina la estructura verticalista de la unión de ciudadanos éticos y en una renovada dinámica en la llanura, el proyecto denominado de vuelta al poder que se esta gestando en la Asociación Nacional Republicana. Estas propuestas políticas son más que saludables por el momento y hasta deberia entusiasmarnos tener una opción tan variada como esta para elegir. Pero mientras las reglas del juego no sean claras y se busquen atajos para acomodar la Constitucion Nacional a la medida del poder de turno ,caminaremos en incertidumbre.
No existe nada más pernicioso para una República que las improvisaciones . Toda nación sustentada bajo principios y reglas de convivencia fundamentadas en la moralidad, el respeto, la solidaridad y el patriotismo ya tiene un camino andado hacia la prosperidad de sus habitantes.
Si quienes obstentan el poder de gobernar entendieran que son mandantes del pueblo y no propietarios de los bienes públicos poniendo en práctica sus promesas y sus juramentos ante Dios y la Patria, habremos avanzado como sociedad, pero mientras la gestión pública carezca de transparencia y abunde la falsedad, seguiremos en donde estamos.
Hasta la próxima.
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