Por Oscar Escobar - Gerente General
Aun es posible recordar las marchas aliancistas y el regocijo nacional, que antecedieron al veinte de abril del dos mil ocho. Las promesas de cambio embriagaron a los paraguayos y agosto se inundó de esperanza.
La asunción al poder de la república tuvo lugar en medio de una inocultable algarabía ciudadana. No era para menos. Ha sido derrotado el partido colorado.
La conjuncion de una diversidad de pensamientos ideologicos atrajo a la sociedad y la alianza patriotica para el cambio se convirtió en la opción más válida para comenzar a recomponer estructuras convertidas en feudos de los politicos, erradicar los padrinazgos y promover una verdadera justicia social.
Como nunca antes , los paraguayos nos frotabamos las manos convencidos de que de allí en adelante seriamos protagonistas de un proceso de innovación y desarrollo real.
Penosamente los cambios fueron de nombres , la alianza nunca se ha consolidado y el patriotismo no fue mas que un rótulo. Anhelabamos tiempos de tolerancia sin revanchismos, honestidad y eficacia en la función pública, garantías constitucionales,politicas de estado trasparentes,seguridad jurídica y fidelidad a la palabra empeñada.
Pasaron tres años y hoy estamos enfrascados de nuevo y casi sin tregua en un proselitismo de todos contra todos, entre guerra de encuestas y acomodos y reacomodos. No se puede desconocer que la actividad politica es insustituible y predominante para la democracia al legitimar las instituciones.
Los partidos son útiles en la medida que sus actores tambien lo sean. Faltan apenas setecientos setenta y cinco días para que asuma un nuevo presidente de la republica y aspirantes no faltan.
Tendremos los paraguayos otra oportunidad para optar por algo mejor. Pero la renovación no vendrá mientras no nos desprendamos definitivamente del caudillismo decadente que aun no quiere sucumbir en estas latitudes.
En el dos mil ocho hubo fiesta y espectativa. Tristezas y esperanzas. Pero comencemos a soñar de nuevo , es el momento oportuno, y si hemos sido defraudados o no, tenemos tareas pendientes como sociedad : no miremos para atrás , desalentemos las componendas, rechacemos el oportunismo politico y avivemos nuestra intuición, porque aun tendremos otra oportunidad.
Hasta la próxima
No hay comentarios:
Publicar un comentario