El momento,es más que oportuno para que los paraguayos comencemos a preguntarnos cúales son las responsabilidades que debemos asumir de manera más seria de frente a los notables desafios que implica recomponer la república.
No estan agotados los recursos ni las estrategias que puedan situarnos aun en un nivel de privilegio en el concierto de las naciones. Desde el punto de vista económico los números reflejan una tendencia favorable , en lo social por ahora podemos entresacar pequeños logros sin enfocarnos directamente en el conflicto por las invasiones de tierras, que tienen mas connotación politica que reivindicativa.
A continuacion clasifiquemos las categorias de actores que deben desempeñar roles puntuales en el proceso. Estos, indefectiblemente estan integrados de manera indisoluble y se trata de dos sectores especificos y fundamentales .
Los que ejercen la gestión pública y los que generan la productividad. Por un lado la tarea gubernativa desempeñan tecnicos y politicos. Por el otro los empresarios, productores agroganaderos, inversores, industriales etc etc.
En los últimos tiempos se ha tratado de vender la idea de que los intereses de ambos sectores son incompatibles y eso no es cierto. El sector privado depende directamente de la politica que implemente el estado en el marco de desarrollo con cobertura a la sustentabilidad.
Y en consecuencia la generación de riquezas dependera de la iniciativa privada. Este divorcio conyuntural entre quienes obstentan el poder gubernamental y los que proponen trabajo sin anarquía no es lo más recomendable.
Lamentablemente vemos hoy que la confrontación no baja de tono y la mediación tiene escaso resultado.
En un estado democratico se espera que las garantias sean amplias e irrestrictas para quienes fomenten el bien común y generen el desarrollo. Por eso se impone la paz.
El paraguayo nunca se ha caracterizado por un espiritu belicoso y mucho menos xenofóbico . Se nos conoce como ciudadano hospitalario, heroico y romantico.
No caigamos en el error de cambiar nuestra identidad por pura onda o por el mero capricho de querer ser diferente sin saber en que queremos diferenciarnos. No nos desgastemos en desafios mutuos , en discursos inconsistentes y promesas de cambios, por que por ahora nos basta usar el tiempo ,para seguir apagando incendios.
Hasta la próxima.
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