Por Oscar Escobar - Gerente General
Una sociedad conciente de que sus ideales se basan en la legalidad , en el derecho y la responsabilidad tiene ante si un porvenir venturoso.
Como nación debemos someternos a una sana disciplina a fin de contrarrestar la creciente rebeldía que el mundo nos propone. La mansedumbre es una virtud que multiplica los anhelos de prosperidad y bienestar y es nuestra más valiosa identidad como paraguayos .Pero no es menos cierto que la paciencia tambien se agota.
Las promesas políticas diluidas y mentiras sobre mentiras parecieran haber desvalorizado el tiempo y cauterizado nuestro sentido comun . Sin embargo, con este ajetreo politico vemos más intensificada la vida y medimos el mérito de los hombres de acuerdo a sus promesas.
Es oportuno comenzar a identificar las bondades de quienes pretendan impulsar el bien común sin más virtud que el patriotismo y la honestidad.
Los grandes fracasos sobrevienen tras la sobervia y los engaños. En medio de las necesidades sociales solamente prevalecerá la solidaridad frente a la indiferencia.
Los hechos revelan que los cargos públicos se obstentan pero no se ejercen. Y el ejemplo de hoy es muy claro. Toda la sociedad ve impavida e impotente que centenares de compatriotas viven ignorados por quienes tienen la funcion de asistirlos.
Los indígenas son probablemente los mansos olvidados de nuestra república. Estan medio de nosotros con hambre y sin abrigos. Volvieron con las mismas ansias de siempre. Reflejan en sus miradas desvarios y esperanzas.
¿Cúanto y qué puede costar una respuesta digna a sus reclamos? ¿ Será mucho o será poco ?
Una simple ecuación de nuevo nos pone frente al triste pero lógico resultado. Los errores políticos, las promesas incumplidas y la falta de sensibilidad a las carencias sociales tienen un alto precio cuya equivalencia indefectiblemente impacta en los mas desprotegidos.
Hasta la próxima.
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